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Expediciones o la deriva como dibujo de la emotividad

A lo largo de 13 años de labor en las artes visuales, el artista brasileño Alê Souto (Río de Janeiro, 1973) ha provocado una relación silenciosa y progresivamente abrasiva entre el habitar urbano y una geografía remota de la memoria.

     En sus caminatas por su natal Río de Janeiro y en la Ciudad de México, va integrando orgánicos gestos gráficos, que apelan a la transitoriedad y al mimetismo del lenguaje en un territorio minado por múltiples resonancias históricas, hacia un pasado prehispánico conectado con la sobresaturación digital y tecnológica del mundo contemporáneo.

     La urbe, es la vida enmarañada de nuestras anónimas derrotas, es la glorificación modular y sectorizada de la circunstancia migrante y del permanente mestizaje: la señalética distorsionada del expolio. 

     En ese espacio común que llamamos ciudad, se activa la poética de la obra de Alê Souto que infecta y desborda una visión cartelística del aforismo empapelado, de la palabra cifrada en una constelación-coraza y de la ilustración imposible de un tiempo abierto,  donde el cartón es nuestro abrigo y paradójicamente el emblema del consumo y de una neo-esclavitud asimilada. El reciclaje y la gráfica en Alê Souto, son el registro meditativo de nuestra vulnerabilidad, son la arquitectura póvera de un progreso a destiempo. 

     Existe una filiación al Neoconcretismo en la obra de Souto, en tanto que activa el arte como experiencia sensorial y participativa. La colectividad y el ajetreo, la traza composicional y jerárquica en la ciudad Novohispana, son el escenario de la deriva en el proceso del artista que evidencia un testimonio fragmentado hacia una traducción energética de la transculturización.

     Las Expediciones de Alê Souto, descubren entre la maleza del trópico, el banco de marca que Helio Oiticica y el Doctor Atl dejaron inscrito en su itinerario y nos invita a un recorrido por 10 años de exploraciones visuales, instalativas y perfomáticas acaso la bitácora de un viaje intermitente que da cuenta de la yuxtaposición de diversas realidades y capas, como la fusión del Templo mayor de Tenochtitlán con la Catedral de México.

     A partir de un trazo anónimo y esquemático con aerosol sobre los muros llenos de sal de mar, Alê Souto define el tránsito desde Copacabana hasta el Tzompantli transfigurado.

      Es entonces, cuando las calles recorridas reconstruyen una memoria afectiva y extrañamente erosionada.

 

Marlov Barrios

EXHIBIDO EN:
Galería Casa Lamm, Ciudad de México, México, 28 de marzo 2019
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