Antropofagia nuestra de cada día

Antropofagia nuestra de cada día es la serie que Alê Souto ha trabajado desde 2017 donde sintetiza su investigación personal y colectiva sobre las ideas de identidad, pertenencia y desplazamiento a partir de un confrontamiento con sus cuestionamientos sobre el universo del consumo como elementos homogeneizantes culturales de las sociedades capitalistas. Cada una de las obras construyen los postulados que propone desde su poética el artista para algunas de estas reflexiones.

 

Anomalía de mi estómago migrante es una exploración audaz y reflexiva del impacto de la cultura alimentaria y el consumo en nuestra identidad. Concebida por el artista brasileño Alê Souto, esta obra singular toma forma a partir de una matriz creada con empaques de alimentos, una amalgama de productos consumidos tanto en México como en Brasil. Sobre esta estructura, meticulosamente compuesta, se plasma la representación/interpretación de un aparato digestivo, convirtiendo este soporte en una metáfora visual del cuerpo humano y su relación con la ingesta diversa de alimentos.

Al combinar empaques de alimentos típicos de dos culturas distintas, Souto pone de manifiesto la intersección entre la alimentación, la identidad cultural y las transformaciones sociales. El proceso de estandarización y de higiene que despoja de sabor, raíz y procedencia, generando una idea de identidad construida frágilmente sobre ficciones alimentarias que lo han nutrido y desnutrido a su paso.

Este crisol de envases estandarizados, dotados ahora con su propia historia y origen, se convierte en el lienzo de una narrativa visual autobiográfica del artista que expone sus entrañas para el bien de la introspección y crítica. Sirva su cuerpo expuesto para una  versión contemporánea de Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, pero –  a diferencia de Rembrandt – aquí no se retrata a los cirujanos aprendices, sino activamente nos convertimos en ellos al confrontarnos a la obra como un medio para explorar cuestiones más amplias de historias de vida, identidad, pertenencia y cambio social.
 

Alê Souto, da vida a Tótem en memoria del Obispo Sardinha mediante la creación de un tótem móvil compuesto por fragmentos de cajas de cartón que sugieren la creación de un personaje –  que camina y deriva –  a través de un collage visual y textual. Las marcas, íconos y palabras destacadas de estas cajas construyen una narrativa sobre la los alimentos procesados consumidos por el artista.

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El título nos remite a un personaje y momento emblemático que impulsó el movimiento antropofágico en Brasil: la leyenda/evento de que los indígenas caetés consumieron al obispo Sardinha para obtener una sacralidad superior. Este hecho del siglo XVI, se ocupó como justificación contra los tupíes que desencadenó conflictos y estigmatización que permanecen como conflictos contemporáneos de la cultura brasileña. Con estos empaques se sugiere que lo consumido responde a una imposición de “orden y progreso” social que se fomenta desde el siglo XIX y se ha prolongado por la industria alimentaria capitalista. Este tótem, simbolizando la asimilación de las "propiedades" de los alimentos consumidos, plantea interrogantes sobre la realidad de dichos beneficios aportados por los alimentos procesados, de las ideas de colonialización sobre los saberes de producción alimentaria de marcas trasnacionales y su papel en la construcción de un orden social disfrazado se libre albedrío.
 

Alê Souto invita a la rebeldía crítica contra estas imposiciones, invitando a explorar nuevas formas de existencia, revertiendo estos procesos y aprovechando conocimientos ancestrales de su país de origen para desafiar las convenciones. La convocatoria es a encontrar nuevas maneras de ser y relacionarse con el consumo, la identidad cultural y las imposiciones ideológicas. Nos insta como espectadores a considerar alternativas para construir un nuevo paradigma donde ese personaje principal podemos ser nosotros, el reflejo de este tótem que necesita solamente una dirección para empezar a caminar.

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Su Karne Delivery es un juego de palabras tanto con el significado literal, la marca y la idea de extremidades, que remiten a los milagritos religiosos, para poner sobre la mesa la pregunta de quién tiene realmente el poder sobre nuestros cuerpos.

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Dyan Del Rivero